La Delegación de Cultura no ha querido dejar pasar la ocasión de rendir homenaje al insigne poeta y retoma, para ello, una exposición que ya ofreció desde el Museo de Chiclana en 2020 y en el contexto del 14 de febrero.
La exposición llevó por título entonces “Pablo Neruda y Albertina Rosa. Un amor correspondido”. Un amor correspondido dada la correspondencia escrita que ambos mantuvieron en sus años de juventud.
Procedentes ambos del sur -de la provincia de Cautín él, de Arauco ella-, los chilenos Albertina y Pablo se conocieron el 18 de abril de 1921 cuando ambos estudiaban su primer curso en el Instituto Pedagógico. Los frecuentes paseos y conversaciones dieron lugar a una relación que se extendió desde 1922 hasta 1932, como lo atestiguan los textos -cartas y poemas, dibujos ocasionales también incluidos- que Neruda envió a la joven a lo largo de este amor más o menos “correspondido”, el gran amor de juventud del poeta, tras un primer amor adolescente con Teresa Vázquez. Tanto Teresa como Albertina figuran -hay hipótesis varias- como inspiradoras de esa obra fundamental de la poesía amorosa “Veinte poemas de amor y una canción desesperada”. Pero más allá de éstos, porque diez años y el amor dan juntos para mucho, el Museo de Chiclana ofrece ahora, bajo el título “Neruda, la ausencia imposible”, una selección de los 111 textos de Neruda -en cuidadísima edición facsimilar- que ella conservó durante toda su vida y que sólo vieron la luz -a voluntad de Albertina Rosa- tras su muerte, acaecida en Santiago en 1989, dieciséis años después de la muerte del poeta.
Aquella exposición de entonces es básicamente la que ahora, con otro título y tres años después, ofrece de nuevo al público el Museo como primera Exposición Temporal de la Temporada estival. Y es que 2020 fue también el año de la pandemia. Dos semanas después de inaugurada la muestra sobre Neruda, vinieron los dos meses del confinamiento y la exposición fue, en consecuencia, apenas visitada.
Al tanto de ello, y tras una reflexión más amplia al respecto, la Delegada de Cultura sugiere un programa expositivo que con el nombre de “Repesca” permita recuperar -en la medida en que sea esto posible- Exposiciones Temporales ya pasadas. Ésta, por ejemplo, por las razones aducidas u otras por otras razones: su valor didáctico, una coyuntura especialmente favorable, un cambio de fechas que posibilite otro tipo de público diferente, etc.
Con esta nueva Exposición Temporal comenzamos la “Repesca” y arrancamos, como hemos dicho, nuestra oferta expositiva para este verano en el que cuatro nuevas exposiciones más acompañarán a esta sobre Neruda recién inaugurada. Sobre Neruda y sobre Albertina Rosa, claro. Los ecos de aquel amor perduran. Perdura la palabra viva del poeta. Que nos gusta cuando habla porque está como presente.
La exposición permanecerá abierta al público hasta el 20 de agosto.
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