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VOX CLAMANTIS

Arte e historia en la Iglesia Mayor de San Juan Bautista. 1814-2014
De 06/11/2014 hasta 12/01/2015
  • Paisaje de Chiclana de la Frontera, de Franz Xavier Riedmayer
    Paisaje de Chiclana de la Frontera, de Franz Xavier Riedmayer
  • Vox Clamantis
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Organización

1. Museo de Cádiz. 2. Iglesia Mayor de San Juan Bautista. 3. Seminario Diocesano. 4. Archivo Diocesano. 5. Santuario Ntra. Sra. de la Oliva (Vejer). 6. Iglesia de Santa María de la Coronada (Medina). 7. Iglesia de Nuestra Señora de la Palma (Cádiz). 8. Iglesia de San Juan de Dios (Cádiz). 9. Archivo Municipal. 10. Colegio La Salle-San José. 11. Fundación de Estudios Universitarios “Francisco Maldonado” (Osuna). 12. Coleccionistas privados.

La exposición “Vox Clamantis” conmemora el II Centenario de la Iglesia Mayor de San Juan Bautista en Chiclana

El Museo de Chiclana acoge una muestra, organizada por el Ayuntamiento de Chiclana y la Iglesia Mayor de San Juan Bautista,que relata la construcción del templo neoclásico, obra de Torcuato Cayón y Torcuato Benjumeda, expone parte de su patrimonio vivo y muestra conjuntos iconográficos del Bautista para explicar la devoción de Chiclana a su patrón.

La exposición reúne 70 piezas de pintura, escultura, bordados, orfebrería y documentación original que narran el proceso de construcción de la Iglesia Mayor de San Juan Bautista, a partir de 1776, fecha en la que se pone la primera piedra, y, básicamente, en torno al 24 de junio de 1814, que es la fecha en la que se abre al culto.En la muestra colaboran la Delegación Diocesana para el Patrimonio Histórico-Artístico del Obispado de Cádiz y Ceuta, además de la Delegación Territorial de Educación, Cultura y Deporte de la Junta de Andalucía en Cádiz. Estará abierta al público hasta el 12 de enero.


El hall del Museo de Chiclana se ha usado como un espacio introductorio, no propiamente expositivo, en donde se podrán ver, una maqueta de la Plaza Mayor, con la iglesia como espacio central tal como era en los años 50. Alrededor se han situado elementos contemporáneos como las obras de los artistas Fernando Rubio y Antonio Vela, con la iglesia como motivo pictóricos, y una reproducción fotográfica del más significativo de los grafitis pintados por los soldados franceses en las dependencias superiores de la propia Iglesia entre 1810 y 1812. Junto a ello, una vitrina en donde se expone documentación del Archivo Municipal del Ayuntamiento de Chiclana, así como los modelados originales de relieves conmemorativos del II Centenario.


La exposición comprende las salas de exposiciones temporales del Museo de Chiclana, salas 1 y 2 de la muestra, en donde se exhiben piezas procedentes de la Ighlesia Mayor, así como de una veintena de instituciones y coleccionistas privados. Entre ellos, participan en la misma el Museo de Cádiz, el Museo de la Catedral de Cádiz, el Archivo Diocesano, así como iglesias de la diócesis como Santa María la Coronada (Medina) o San Juan de Dios (Cádiz), junto al santuario de Nuestra Señora de la Oliva (Vejer).
A la Sala 1 se accede bajo un mosaico de azulejos con el frontón de la Iglesia Mayor pintados por el artesano José Manuel Sierra Galera.En esta sala se reúnen varias piezas muy significativas. El primero de ellos –y protagonista del cartel de la exposición– es la primera pintura de la que se tiene noticia en la que se aprecia Chiclana desde la ermita de Santa Ana, ya con la Iglesia Mayor bastante avanzada su construcción, aunque aún sin su cúpula. El conde de Maule y Antonio Pizano ante un paisaje de Chiclana de la Frontera, de Franz Xavier Riedmayer (1806, Colección Particular), un pintor que trabajó habitualmente en la diócesis de Cádiz con Torcuato Cayón y Torcuato Benjumeda. De Riedmayer se exhibe también un San Juan Bautista, procedente de la Iglesia Mayor.


En esta sala 1 destacan a continuación los retratos de los arquitectos que intervinieron en la Iglesia Mayor. Por un lado, el retrato Torcuato Cayón –de autoría anónima– procedente de la catedral de Cádiz que se creía perdido y, en segundo lugar, el que pintó Juan Rodríguez “El Panadero” de Torcuato Benjumeda, en préstamo por el Museo de Cádiz. Es la primera vez que ambos se exhiben juntos.


Presencia significativa tienen también los planos diseñados por Benjumeda de la Iglesia Mayor. Es también la primera vez que se exponen en Chiclana los tres planos de planta (general, transversal y logitudinal) con su diseño de la Iglesia Mayor, el primero es de 1806, los otros dos de 1786, solo tres años después de que Benjumeda se hiciera cargo del proyecto tras la muerte de Cayón. Los tres son préstamo de la familia Solís, de El Puerto de Santa María.


Del Archivo Diocesano llegan cuatro planos de Benjumeda con sus dibujos para los altares de la Iglesia Mayor, firmados en 1805, año en el que se enviaron para su aprobación a la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando. Junto a ellos se exhibe el cuadro de Antonio Pizano –principal mecenas de la Iglesia Mayor, junto a Nicolás de la Cruz, conde de Maule– en el que figura el plano de la fachada, habitualmente colgado en la Iglesia Mayor, así como documentos inéditos procedentes de los expedientes de las Juntas de Obras de la Iglesia Mayor, conservados en el Archivo Parroquial, con autógrafos del propio Benjumeda, como el contrato para construcción de la bóveda o una petición de piedras de cantería.


En esta sala también es significativa la galería de retratos de obispos y sacerdotes vinculados a la historia de la Iglesia Mayor, como el Obispo Fray Félix y el Obispo José María Rancés, o los padres Caro, Añeto y Salado, de una honda huella en Chiclana. Entre ellos destaca también el retrato del obispo Pedro José Chaves de la Rosa –“Obispo pecador”–, enterrado en el crucero de la Iglesia Mayor en 1819.


Chaves de la Rosa fue rector de la Universidad de Osuna, obispo de Arequipa (Perú) y nombrado en 1813 Pro-Capellán de Palacio, Limosnero Mayor del Rey y Patriarca de las Indias, aunque Fernando VII, al volver de Francia, rechaza su nombramiento, ordenando su destierro a Chiclana, donde ya había residido desde su vuelta de América. El retrato, anónimo, se exhibe gracias a la gentileza del Ayuntamiento de Osuna.


Esa sala se culmina con los libros de bautismales y de entierros del siglo XVIII, procedentes del Archivo Parroquial y de la anterior iglesia medieval en honor a San Juan Bautista. La muestra de ricas casullas, dalmáticas y capas pluviales que en torno a 1770 recibió la parroquia como regalo de la catedral de Cádiz cierran esta sala.
La segunda sala prosigue con la exhibición del patrimonio vivo de la iglesia con muestras de orfebrería, básicamente del siglo XVIII, como el ostensorio firmado por Moreno (1790) y distintos cálices de plata sobredorada y plata. También destaca la corona de la Virgen de los Dolores labrada por Manuel Román Seco en 1959, testimonio de la Cofradía de Jesús de Medinaceli, que desde mitad del siglo XX da nombre a la antigua capilla de San Pedro.


Un recorrido por la iconografía de San Juan Bautista cierra la exposición. En esta sección se trata de explicar la advocación de la Iglesia Mayor y la devoción en Chiclana a San Juan Bautista, la voz que clama en el desierto –“Vox clamantis in deserto”–, el que habla sin ser escuchado. Un culto medieval que tiene su origen en los duques de Medina Sidonia, a los que pertenecía Chiclana, pero a lo largo de los siglos el “precursor”, el Mensajero de Cristo, es también “patrón y Protector del pueblo por unanimidad”. Así lo reconoce el Papa Benedicto XV al declararlo en 1916 junto a la Virgen de los Remedios como Santos Patronos de Chiclana.
También se expone un original mecanografiado de dicha bula. Entre el recorrido iconográfico por San Juan Bautista destacan lienzos y tallas –datados en el siglo XVIII y XIX– procedentes de otras iglesias de Vejer, Medina y Cádiz, así como de la Iglesia Mayor, posible gracias a la colaboración de la Delegación Diocesana para el Patrimonio Histórico y Artístico del Obispado de Cádiz y Ceuta.


Destaca, como colofón, un gran lienzo, Predicación de San Juan Bautista, atribuido a Luca Giordano, en préstamo por el Museo de Cádiz, que pone el punto final junto al documento original por el que el obispo Rafael Zornoza concede el Año de Gracia a la Iglesia Mayor por la conmemoración de su II Centenario.
 

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