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Iconos, Trípticos, Retablos

De la devoción privada a la decoración doméstica
De 02/12/2016 hasta 12/02/2017
  • ICONOS

Las tres grandes religiones monoteístas que mayormente han conformado nuestra cultura -las religiones del Libro, que también se dice- prohíben, con mayor o menor firmeza -según épocas y corrientes- el recurso a la imagen.

Sin embargo, el Cristianismo -en muchas de sus Iglesias-, a pesar de los virulentos episodios iconoclastas, ha recurrido a la imagen.

Sin duda, mucho tuvo que ver en ello el proceso de evangelización del mundo pagano, un largo y profundo proceso que supuso también en distintos aspectos la paganización del Cristianismo. La representación antropomórfica de la divinidad estaba cantada.

Sin embargo, pronto apareció también la justificación teológica: no sólo Dios había creado al hombre y a la mujer a su imagen y semejanza, sino que Él mismo, llegada la plenitud de los tiempos, se encarna, siendo Jesús -hijo de mujer- la imagen visible del Dios invisible: su icono.

El icono no sólo llenó las paredes de los templos. Iconos, trípticos y retablos inundaron también infinidad de hogares. Una muestra de estos -de Rusia, Etiopía, Grecia, Líbano, Letonia,... y de los siglos XVIII, XIX y XX- conforman nuestra nueva Exposición Temporal.

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